A veces los mejores casos de estudio no están en nuestra categoría sino en un fenómeno socio-cultural.

La forma de pensar, planear, definir y ejecutar que Santi Maratea nos propone nos deja muchísimos aprendizajes.

▶ Punto de vista concreto.
▶ Fijar la meta y establecer objetivos.
▶ Skippear la burocracia y pasar a la acción.
▶ Historias con final.

Punto de vista concreto.

Cualquiera sea la causa con la que estemos trabajando, necesitamos tener un punto de vista propio. Santi Maratea tiene un statement “no es caridad lo que hago” y lo repite como mantra. De esta forma transparenta que lo que hacemos tiene un fin y no necesariamente es por ser bondadosos o solidarios. Es directo con lo que busca y con lo que hace.

Fijar la meta, y establecer objetivos.

Plantea un gran objetivo y luego valida y optimiza con la comunidad los objetivos específicos. Estos objetivos son nuestro gran indicador de eficacia. Y es necesario a cada paso revisar si vamos por el camino correcto.

Skippear la burocracia y pasa a la acción.

Algunas marcas buscan ponerse toda la causa al hombro olvidando que muchos otros actores ya están trabajando en lo que necesitamos lograr. No hace falta inventar una plataforma para recaudar fondos, existe Mercado Pago. No hace falta inventar la logística, existe toda la cadena de valor provista por miles de ONGs en el país. Es necesario agilizar los procesos, pensar de manera circular y no quedarse con los brazos cruzados.

Historias con final.

Cada causa que apoya tiene un final, y eso es muy bueno! Nos indica que se cumplió el objetivo, nos indica que se cierra un proceso y que seguro viene algo nuevo. Muchas veces las marcas crean plataformas para sus causas, que si bien generan muchísimo valor, pierden atención y se diluyen en el tiempo.

¿Qué más podríamos aprender?

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